Siguiendo la línea agro ecológica natural y buscando sinfonía más fina, aromas más puros y sabores más definidos nace la Nueva cepa Carignan.

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Se tratará de un vino conceptual con universo propio, el que tras tres años de plantación ya está dando sus primeros frutos con una cosecha del orden de los 600 kilos para obtener la primera producción este 2020.

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Cepa especialmente elegida para este suelo sureño, dado que por sus condiciones climatologías logra características especiales aportando un resultado optimo en su sabor, color y cuerpo.

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Una cepa que sólo exige regadío natural el primer año y los siguientes los efectos del estrés hídrico logran al igual que en la cepa país su mejor calidad.

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Su fermentación se realizará en lagares de madera de raulí, para conservar su sabor original y al igual que cepa país sin absolutamente ningún aditivo.

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Para su nombre se barajan varias alternativas que le hagan el honor, no obstante, aún es una incógnita por revelar; al igual que su etiqueta.