Como conservar correctamente un vino en casa
Hay muchos estudios que avalan los beneficios para la salud que tiene el consumo moderado de vino, principalmente por la presencia de antioxidantes presentes en la uva. Por lo anterior, se torna muy importante el cómo lo guardamos en casa para no perder sus cualidades y conseguir sacarle el máximo partido.
Para ello, existen factores determinantes como guardarlos siempre en posición horizontal, para no dejar que el corcho se seque. A veces no podemos resistir a las ofertas y compramos más vino del que podemos almacenar: dos, tres, cuatro cajas que luego no sabemos cómo las meteremos en casa. Pueden acabar apelotonadas en el pasillo, debajo de la mesa, en un cuarto sobrante, etc.
El primer problema es que el cartón es un buen acumulador del calor, manteniendo las botellas a una temperatura elevada que puede acelerar las reacciones degenerativas y oxidativas del vino. Es así como pasamos al segundo factor que es la adecuada temperatura. Esta debe estar entre 15% y 20% Si nos pasamos, aumenta la actividad microbiana y los componentes del vino se alteran. El peor enemigo de una botella es un cambio brusco de temperatura. Así que por norma ningún vino debiera ir al refrigerador.
Lo mejor si no nos acabamos la botella es taparla con una bomba de vacío manual y guardarla en un lugar fresco y oscuro. ¿Donde? Lejos de productos químicos y verduras especialmente cebollas y papas. Otro clásico es que la cocina tenga un espacio para botellas a ambos lados de la campana, encima de los fogones. Queda bonito, pero para el vino es una carrera desenfrenada hacia la autodestrucción. Supone exponerlo al calor, la sequedad, la luz y los olores; sus peores enemigos que pueden contaminar el tapón y pasar al interior.
El grado de humedad es otro de los factores a tener en cuenta. Un bajo grado de humedad afectará al corcho haciendo que este se seque y finalmente se deteriore. Por otro lado, el exceso de humedad, no afecta tan directamente al propio vino, pero acabará por pudrir su etiquetado. Lo ideal es un grado de humedad de entre el 65% y el 85%. El lugar debe contar una correcta ventilación para que el aire se renueve y no se "vicie". Si está pensando en el garaje descaértelo porque las vibraciones producidas por los vehículos afectarán al vino.
En síntesis, debemos tener presente que lo más importante para conservar correctamente un vino es evitar el calor, "huir" de las fuentes calóricas como cocinas, estantes cerca de radiadores, habitaciones soleadas...etc., y por otro lado la luz, el otro archienemigo directo del vino.
Teniendo en cuenta estos dos factores y lo anteriormente expuesto, estaremos preparados para Descorchar, servir, oler , catar y disfrutar del vino en su plenitud.